Dentro del grupo de trabajadores de Neyplex de la Fundación
se emplea el reforzamiento positivo como un procedimiento mediante el cual se
intenta motivar la modificación conductual y mantener conductas adaptativas en
cada uno de los chicos o aumentar la probabilidad de que la conducta vuelva a
ocurrir, para lograr niveles más altos de independencia y autonomía, lo que por
consiguiente mejora su inclusión laboral y social.
Se le otorga un privilegio al alumno que ha acumulado un
mayor número de vistos (un visto se lo obtiene diariamente y significa un buen
comportamiento y desempeño dentro de su jornada laboral y dentro de las
actividades que se desarrollan en la Fundación) durante todo el mes, simulando
una especia del EMPLEADO DEL MES. El
estímulo o situación apetitiva que se pone en juego en este proceso se conoce
como reforzador positivo (Méndez y otros, 2001). El privilegio que en este caso
se les ha expuesto a los alumnos es comprarse algo que ellos deseen, de acuerdo
a sus intereses personales.
El mes de marzo tuvo ya una ganadora, Michelle, a quien
acompañamos a un almacén donde pudo comprarse un CD de música que a ella le
gusta, que fue lo que había pedido al iniciar este proceso al inicio del mes mencionado.
Con emoción y mucho entusiasmo se compró el Cd que ella
escogió; este contexto también la ayuda a exponerse a situaciones que le
permitan mejorar sus habilidades sociales, y a conocer las conductas adecuadas
a ser utilizadas dentro de este tipo de circunstancias.
Erika Calvopiña
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